jueves, 30 de septiembre de 2010

¡LARGA VIDA A LOS B-52!

B-52G, una de las últimas versiones de este bombardero usado durante 55 años por EEUU y fabricado por la Boeing Company.

El prototipo XB-52 voló el 2 de octubre de 1952. Para 1955, cuando en Argentina los Gloster Meteor cañoneaban la Plaza de Mayo y los aviones navales arrojaban sus bombas sobre civiles, la U.S.A.F. ya contaba con los B-52 operativos.

 B-52D con esquema camuflado bombardeando Vietnam


Así de grandotes que son, así se caen. Restos de un B-52 en un barrio céntrico de Hanoi:

Luego Hollywood se encargaba de mostrar a Occidente con sus películas el sufrimiento y la humillación de los pilotos capturados en el norte y mantenidos prisioneros en un antiguo penal francés, donde muchos vietnamitas habían sido encerrados por las autoridades francesas sin su debido proceso durante el período colonial. Nunca Hollywood nos mostró, con sus efectos especiales, el efecto de un bombardeo de alfombra efectuados por aviones B-52. La seguidilla de grandes explosiones provocaba en los sobrevivientes próximos a la zona donde caían las bombas, la rotura de sus dentaduras por la presión ejercida por las mandíbulas. Los que estaban bajo las bombas no tuvieron oportunidad de contar nada.

Al penal francés los pilotos lo llamaban "Hanoi Hilton hotel":


Algo que marca que, para EEUU, la guerra es un negocio más. Pragmáticos, la cadena Hilton hoy tiene en Hanoi su hotel:


La última versión, el B-52H. Anduvo por Afganistán, por Irak y ahora Boeing recibió un jugoso contrato para modernizarlos por 5.300 millones de dólares. Es que le tienen cariño después de casi 60 años. Han destruído tantos países, han matado tanta gente, han contaminado tanto la estratósfera con sus vuelos de 24hs/365 días durante 35 años de Guerra Fría, que no le quieren dar de baja.

Lo prueba el hecho que antes de destruir los viejos modelos, los guardan un buen tiempo en el desierto. Los modelos posteriores al D se los ve enteros. Cada uno costó a valores de hoy unos 60 millones de dólares. Un hospital materno infantil de 2.200 m2 cuesta 2,5 millones de dólares.


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